Un abrazo, feliz; no puede ser de otro modo. Es natural, por
ello me enredo en él. Lo que me atrae es hundir las manos en la hierba pero lo
que de verdad acaba de fascinarme es cuando las hundo en la tierra húmeda. Entiéndase
la humedad de forma relativa, como humedad fría que aterido me fuerza a dar el
abrazo y hace que de repente seamos uno; pero también como la humedad que
proporcionas, como la humedad que proporciona una buena compañía al hundirse en sus ojos.
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