miércoles, 28 de noviembre de 2012

Laberintos de libertad y miedo

El peor de los laberintos, no es el de paredes más complejas.  La toma de decisiones mas difícil no es la que se te presenta bifurcada, y aunque agobiantemente estés abocado a tirar una de las opciones a la basura, el camino solamente está bifurcado. Las paredes solamente restringen algunos movimientos, pero a fin de cuentas nunca restringen el camino hacia tus deseos, solamente, solemnemente, marcan el camino. En cambio, un laberinto de infinitos caminos, donde no hay ninguna seguridad, ningún destino. ¿Como encontrar la salida? Sin ninguna pared a la que enfrentarse, tampoco ninguna donde apoyarse. Donde estan, no se ven las certezas, los sueños, el fin del camino, el camino. Y sin nada de esto, ¿como pretendemos huir?

Quizá la única manera es darse cuenta de que los peores laberintos, son como las victorias mas dulces, en las que empiezas sin ningún sitio a donde mirar, sin ninguna esperanza. Pero mientras tanto, podemos seguir con el ladrillo y la argamasa levantando un laberinto a nuestro alrededor, hasta que algún día explotemos y pidamos libertad y miedo.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Conocidos

Dos extraños en la cama de un hotel, follan. Sus cuerpos se abrazan, o se superponen o se comen, yo que sé. Egoístas, calientes, hedonistas... maquinas de placer, ¿automático? ¿homeopático? Y no está puesto al tun tun, que te crees, ¿que esto son palabras sin más, que hablar? Quizá sea verdad eso de que una pequeña dosis de desconfianza real mata a los males mayores, comunes, rutinarios; peligrosos.

Lo que pasa es que, ¿entre dos conocidos como refugiarse de sentirte extraño? Entonces se buscan, se refugian pero sobre todo, se follan. ¿Y después? No hay después, se para el tiempo. No mierda, eso es romántico y estúpido. Y no estamos, están, estarán, aquí para tonterías. Después se apaga la luz, que había estado encendida todo el rato, y pese a la oscuridad, había alumbrado vuestros sueños. En ese pozo, con fondo que has tocado, toca tocar el botón del ascensor para subir, pero espera, tócame un poco mas. Bésame. ¿Ahora? Si, no creo que haya muchas más oportunidades.