Sin trampa ni carton

Más arrigada que la infraestructura economica marxista es la propia naturaleza del ser humano, más completa, variopinta y determinante que la faceta de hombre como creador de bienes. Siendo la naturaleza del ser humano extensa y compleja, la dualidad es una de las mayores características de la infraestructura que precede a la mente y pensamientos humanos ¿o acaso dos sexos, la noche y el día, la oposición entre los deseos y las realidades, lo razonado y lo meramente físico, eros y thanatos... no son suficientes para afirmar que los humanos somos seres duales y opuestos internamente?

Por eso las contradicciones internas de la vida no son más que saludables contraposiciones que todos debemos tener para mantener el ciclo de dualidad, que positiva o negativamente todos afrontamos. Pero nunca nos cerremos ni embadurnemos entre lodos de amargura y canciones tristes, ni tampoco sobrevolemos las nubes de la realidad pensando que el cielo es nuestro. Apliquemos un poquito de honestidad y comprendamos que solo hay un puñado de verdades que son para siempre lo demás es pasajero y tremendamente contradictorio, y aunque la infraestuctura economica no nos empuje nuestra fragilidad y humildad dentro del mundo lo hará. Es hora de escuchar canciones de revolución.

Yann Tiersen – Les Jours Tristes