El sol mira al invierno y se pregunta si de verdad éste es a
quien solía mirar meses atrás, si de verdad no ha cambiado nada, el invierno intenta
engañarle y finge ser verano, pero cada noche el sol se pone más pronto. Hasta
que el invierno admite no ser verano, y nieva.
Congelado en el suelo ya no ve
el sol y los pocos rayos que llegan pelean hasta ser expulsados por la
nieve, que protege al invierno de lo que anhela y no puede conseguir. Pero el
sol vuelve hasta que consigue mirar al invierno un segundo y es entonces cuando el invierno
por fin consigue entender que todo es un ciclo natural… olvida, y la primavera
florece dentro de él, armoniosa y sin apatía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario