en papel vacio desgarrado
de tu voz de aguardiente,
tu cintura tiene flores
de fumar y ver colores
de olvidar ya mis temores"
Sin miedo al pasarlo a prosa, pues tu ojo no entiende de
formato, sino que es llano, plano. Austero tu ojo, que mira sin mirar y calla
diciendo; tu pensamiento una aguja sin ojal, que no lo tiene para poder
clavarse y no volver, para así tener sentido. Y es que puedes convencer a
ejércitos de que dejen sus armas en el suelo, para reírse de sus diferencias
aun siendo ciertas; pero no puedes convencerme de que no te quiera aun
probablemente siendo, simplemente siento.
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