- Si este es su juego está usted ante una contradicción
interna insalvable.
- Cuéntame.
- ¿Cómo crees que puedes pedirme sinceridad si tengo que
mentir para poder estar a tu lado? si tengo que planteármelo como un juego, con
unas reglas que no yo no escojo, donde hay una victoria y no un camino por el
que luchar, donde tengo que enmascararme para ganar y no salir maltrecho.
-Y...
- Que no pienso jugar a tu juego, no te quiero así,
corrompido, como un fin y no un medio. De hecho no te quiero sino eres el medio
- ¿Si no lo soy todo?
- No, solamente si no eres medio y eres fin, si no tengo
claro en todo momento porque lo hago... y que ese porque sea el momento y no
una idea.
- Bueno...
- ¿Bueno? ¿Sinceramente eso es lo que dices cuando te dicen
que estas equivocado?
- Yo no soy el que está equivocado, vosotros estabais
equivocados, no eres el primero que me lo demuestra, ni el que mejor lo ha
hecho.
- Y... ¿Que se supone que pasa ahora? ¿Qué paso con los
demás?
- Que tú, serás feliz.
- Falta la otra mitad... pero supongo que eso no depende mi
¿no?
Este me gusta mucho.
ResponderEliminar