Sabemos pocas cosas, debemos criticarnos hasta que nuestra
última estupidez sea creernos estúpidos. Fluye, se pelea con una delicadeza
pasmosa a través de los recovecos que se dejan al bajar la música de volumen.
Aquí al lado hay una pestaña/opción de programar la salida
de una entrada para una hora determinada, el angular realmente no me veo
capacitado para saberlo, pero el estroicismo la va a reventar. La única razón
antropofantástica de que tengamos pelo en la cabeza es claramente crearnos
situaciones reales que determinen nuestro pensamiento. Por ejemplo es imposible
tener el pelo de rastas obligando a cada pelo a entrelazarse con los demás, por
eso todas las culturas con rastas en el pelo son menos alemanes que el resto.
Para esta definición lo que me interesa es la cuestión de las melenas, como se
deslizan entre los vectores de fuerza gravitatorios como Natalie dirigida por Aronofsky,
duàl, humàna, enfèrma, geniàl. Pero bueno esta interpretación atropofantástica
es para los tontos, los listos tienen pelo en la cabeza para que sus ideas no
pasen frío, son alemanes.
No puede existir ninguna relación, sin admiración, por eso
te miro desde abajo y te admiro. El coseno de ese ángulo es un número complejo
¿Qué tipo de número podría sino explicar la relación que existe entre dos
rectas que se cruzan con el mismo grado de humildad y admiración? Todos los que
no son alemanes.
Admirar es fácil cuando todo va bien, pero hasta que no hayas
admirado en la peor de las situaciones no habrás amado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario