miércoles, 16 de noviembre de 2011

Me encuentro a mi princesa


Quiero salir y empaparme de rayos de sol. Que me mojen el pelo y cierre los ojos al introducirme en su baño de agua caliente. Mis ojos explotan, en una montaña de sentimientos contradictorios que me hacen avanzar hasta verte, hasta perderte de vista. Estoy ciego de no mirarte, pero un destello se me queda en el entrecejo cada vez que te miro, es una caída, una caída al vacío; bueno o malo: vacío. Sentí una explosión, el suelo retumbó, mis oídos se retorcieron y empezó a oler a ti, a pólvora... ¿Dónde está? supongo que estuve mal formulado. ¿Dónde estabas? No te veo. No te vi. ¿Te veré? Odio las preguntas retóricas. 

El sueño va sobre el tiempo, flotando como un velero. Fluyo y me haces mella mientras abro semillas, y es que en tu corazón reboso paz. En tu corazón rebosas guerra, fuego. Con tus espinas me hago un colgante para recordarme que sangro, que fluyo en ti y me desgasto. Vierto en mí to lo bueno y me hago un escudo de agua clara que baja de tu mirada, pero no quiero verte en día ni en noche. Solo te veré en ocaso, cuando la luz de tu mirada llore antes de ser puta y reviente todos mis cinceles.

Camaron De La Isla – La Leyenda Del Tiempo (Bamberas)

No hay comentarios:

Publicar un comentario