domingo, 27 de noviembre de 2011

Intimizo, vierto.


Sin comerlo ni beberlo llegue a ser un sufridor de cuatro esquinas. Siente cierre claustrofóbico de esclavo sin dueño el que pretenda, el que se convierta en iluso escapista de la realidad. 

No somos tú los que juntamos las manos y pedimos un mundo mejor. Persona difusa que se escapa y miente a mi ilusa sinrazón; de cuerpo etéreo y frágil cerrado con pomo de hierro. Me hallo en ti y vierto en mí todo recuerdo que atormente mi ladera, por la cual me deslizo en barro y muero ahogado.

Relación como principio, como fin de  un estado transitorio, como único medio para entendernos. Existe realidad solitaria, pero carece de sentido. La autarquía es una relación en sí misma, abstracción necesaria que objetiviza nuestra propia mirada. Cuando ya nadie mira a los ojos no recurro a un espejo, apelo a que halla en mí una esencia que refleje al ser mirada, que no esté contaminada.


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